Según la tradición, alrededor de 1630 un hacendado de Socompa encargó a un amigo que vivía en Brasil una imagen de la Virgen. Este le envió dos imágenes: una María con el Niño Jesús y la otra de María Inmaculada.
Faltaban tres días para llegar a Buenos Aires y se detuvieron para pasar la noche. Cuando al día siguiente quisieron reemprender la marcha, los bueyes se negaron a moverse. Infructuosos fueron los esfuerzos para que los bueyes anduvieran. Sólo cuando sacaron una de las cajas, la que pertenecía a la Virgen Inmaculada los animales reanudaron sin dificultad la marcha.
Se vio en ello la voluntad de la Santísima Virgen de que su imagen permaneciera en ese sitio.
Nuestra Señora de Luján es la patrona de Argentina, Uruguay y Paraguay, de las rutas nacionales, de la Policía Federal y de los Ferrocarriles Argentinos.
Basílica de Luján
Estilo gótico. Centro de Peregrinaciones de todo el país.